La pequeña plaquita que contiene la Raspberry Pi es como una llave suiza, puedes utilizarla para lo que sea. Se puede convertir en tu otro ordenador, en un centro multimedia, en un espacio de almacenamiento en red o hasta en una consola de videojuegos. Solo tu imaginación pone los límites.
Si acabas de adquirir una Raspberry Pi y quieres ponerla en marcha nada mejor que continúes con la lectura de este artículo y de los siguientes que llegarán próximamente. Descubrirás los primeros pasos en su puesta en marcha y configuración inicial.
Fuente | ViaJupiter